El ruido en el puesto de trabajo: proteger su audición.
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La exposición a niveles peligrosos de ruido es la principal causa de pérdida de audición entre los trabajadores. Es básico, comprender cómo el ruido afecta a la audición y lo que se puede hacer para mantener a raya a pérdida auditiva relacionada con el trabajo.
El ruido en el lugar de trabajo no sólo puede resultar molesto, sino que también puede resultar muy dañino. La pérdida de audición provocada por una exposición continuada al ruido o por una exposición intermitente pero elevada es uno de los problemas médicos más comunes relacionados con el trabajo.
La pérdida de la audición se produce de una manera tan gradual que el trabajador no se dará cuenta que la está perdiendo. Lamentablemente, una vez que se ha perdido audición, la pérdida es permanente e irreversible. Por eso el esfuerzo debe centrarse totalmente en la prevención. El objetivo es identificar cuándo el ruido en tu entorno de trabajo puede poner en riesgo tu audición y saber qué equipos de protección individual se deben usar protegerla.
¿Cuándo es demasiado fuerte el ruido en el puesto de trabajo?
Para ayudar a proteger la audición en el puesto de trabajo hay que tener en cuenta tres aspectos acerca de la exposición al ruido: la intensidad del ruido, el tiempo de exposición y el patrón del ruido.
Intensidad del ruido
Los decibelios (db) son unidades empleadas para mostrar la intensidad del ruido. Los sonidos suaves son apenas audibles. Los sonidos fuertes pueden causar dolor en el oído. Para hacerse una idea de los decibelos de los ruidos: una conversación normal tiene un nivel de alrededor de 60 db, una cortadora de césped cerca de 90 dB.
La exposición durante más de ocho horas diarias a niveles de ruido de 85 o más decibelios pone en riesgo la audición. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) recomienda que los trabajadores empleados expuestos a dichos niveles revisen periódicamente su audición.
¿Qué son los niveles de decibelios que expuesto a durante un día típico de trabajo? Para que os hagáis una idea, comparar ruidos alrededor de estos sonidos específicos y sus correspondientes niveles de decibelios:
Nivel de ruido |
|
Decibelios |
Fuente de ruido |
|
Nivel Seguro |
60 |
Conversación normal, canto de un pájaro |
80 |
Tráfico intenso, teléfono sonando |
|
Nivel de riesgo |
85 to 90 |
Motocicleta |
90 |
Secador de pelo, cortadora de césped |
95 to 105 |
Taladradora, bulldozer |
110 |
Motosierra |
|
Nivel dañino |
120 |
Sirena de una ambulancia |
140 |
Avión despegando |
165 |
Disparo de arma de fuego |
Tiempo de exposición.
Además de intensidad del sonido, la longitud del tiempo que estás expuesto a un ruido juega un papel en la pérdida de la audición. Cuanto más tiempo estás expuesto, el mayor el riesgo de pérdida de la audición. Por cada 5 decibeles aumentar más de 90 db de intensidad del sonido, redujo el tiempo de exposición a la mitad.
Además de la intensidad del ruido, el tiempo por el que se está expuesto a un ruido juega un papel muy importante en la pérdida de la audición. Cuanto más tiempo se está expuesto, mayor es el riesgo de pérdida de la audición. Por cada 5 decibelios que aumenta un ruido por encima de los 90 db de intensidad, hay que reducir el tiempo de exposición a la mitad.
En esta tabla se pueden ver los tiempos máximos de exposición diaria (sin protección auditiva) a distintos niveles de ruido.
Tiempo máximo de exposición a los niveles de ruido |
|
decibelios |
Exposición diaria |
90 |
8 horas |
92 |
6 horas |
95 |
4 horas |
97 |
3 horas |
100 |
2 horas |
102 |
1.5 horas |
105 |
1 hora |
110 |
30 minutos |
115 |
15 minutos |
Patrón del ruido
Igual de importante es el patrón del ruido. Puede ser continuo, impulsivo, intermitente o fluctuante
• Continuo. El ruido continuo permanece estable en el tiempo, un ejemplo puede ser el zumbido del sistema de aire acondicionado en la oficina.
• Impulsivo. El ruido impulsivo se produce de repente y termina rápidamente. Un ejemplo puede ser un disparo o un petardo.
• Intermitente. El ruido intermitente va y viene. Por ejemplo, el sonido que se escucha cuando suena el teléfono.
• Fluctuante. El ruido fluctuante puede ser intermitente y continuo. Por ejemplo, el ruido del tráfico en una calle.
Un ruido que tiene una intensidad menor (menos decibelios) pero que es contínuo en periodos prolongados de tiempo puede ser más perjudicial para el oído que un ruido de mayor intensidad pero que es intermitente.